Barcelona,
martes 30 de octubre de 2012
Dicen
que el 21 de diciembre se acaba el mundo. ¿Debería creérmelo? Yo
no lo creo. El año pasado también decían que se iba a acabar y no
pasó, y el anterior... Y nunca ha pasado nada. Como mañana es
Halloween, he decidido hacer una calabaza para adornar. Es muy
bonita, bueno, bonita tal vez no sea la palabra adecuada, ya que
tiene una cara que pretende dar terror y un color más marrón que
naranja. Tampoco diría que es original, a mí me falta mucho de eso,
es más bien normal, como la que te encontrarías en cualquier casa
un día de Halloween. Como no tengo disfraz, creo que me pintaré un
poco, y me daré una vuelta. Voy a volver al tema del supuesto final
del mundo. ¿No podría terminarse un poco más tarde, cuando ya
hubiera pasado la Navidad? Con lo que me gustan a mí los regalos, y
el árbol, y los adornos... ¿Pero qué tonterías digo? Si yo eso no
me lo creo ni nada... Hoy me he resfriado. ¡Achís! No paro de
estornudar y me encuentro un poco fatigada. Creo que en clase no me
enterado de muchas cosas. (¡Vaya atención que presto!) Y encima
mañana tengo un examen. Voy a estudiar, que no tengo mucho tiempo.
:)
Yo tampoco me lo acabo de creer...Me gusta tu forma de contar un día,hace que por muy normal que sea,se vuelva especial a su manera. También me gusta la forma en la que piensa esa adolescente anónima ;)
ResponderEliminarJajaja. Gracias, Marina. Yo también te he dejado un comentario en tu blog. Espero que lo leas.
ResponderEliminarSi,ya lo he recibido,me ha alegrado verlo.
Eliminar